La autoestima es algo que necesitamos para hacer lo que nos gusta, relacionarnos con los demás y para ser feliz. Sin embargo, siendo tan necesaria solemos olvidarnos de ella y pensamos que se cuida, se alimenta y vive sola. Y ese muchas veces es nuestro primer error.
No somos realmente conscientes de la gran importancia que nuestra autoestima tiene en nuestras vidas. De ella va a depender la consecución de nuestros deseos y objetivos, de nuestra felicidad o sufrimiento, de cómo disfrutamos de las relaciones personales.
La autoestima dirige prácticamente nuestra vida.
Pero empecemos por tener claro qué es para entender cómo mantenerla de un modo sano.
La autoestima es un conjunto de sensaciones, emociones, pensamientos y valoraciones que tenemos de nosotros mismos. Es una evaluación de cómo nos vemos. La autoestima personal puede variar dependiendo de nuestra infancia, experiencias personales o momentos de vida en los que nos encontremos. A veces nos encontramos con un reflejo más positivo y en otros momentos no tanto, y el mantenerla equilibrada es parte del trabajo.
Sin embargo, tenemos que tomar en cuenta el grado de influencia que elementos externos que afectan a nuestra autoestima. Por ejemplo la gente que conocemos, nuestra familia y amigos, pareja..(ya sean modo relacional o modo redes sociales). Ellos forman parte de la buena salud emocional y debemos tenerlo muy en cuenta para diferenciar situaciones o palabras que sumen o que resten. Porque el respeto y valoración de los demás nos afecta en alguna medida, nos guste o no.
Por ello la autoestima es un precioso regalo que debemos cuidar, alimentar y valorar a menudo y todos los días. Debemos ser conscientes del gran poder que tiene en nuestras vidas y su importancia a la hora de sentirnos bien en nuestro interior y ser felices.
Podemos conseguirlo fácilmente siguiendo unos puntos que nos van a ayudar en el día a día para fortalecerla.
Cambia tu diálogo interno. Sin darnos cuenta solemos tener muchos pensamientos negativos ( "no valgo", "no soy suficiente", "siempre lo hago mal") a lo largo del día que nos merman nuestra estima. Intenta siempre que puedas repetirte pensamientos valorativos como "seguro que lo conseguiré", "he aprendido de este error", "soy un gran valor".
Identifica personas que no te suman y apártate de ellas siempre que puedas. Ellas no te ayudan en tu valoración y te restan continuamente en tus intentos de fortalecerla. En el caso de no poder apartarte, establece una pantalla imaginaria de protección con la que consigas en lo posible que no te afecte (visualiza como sus palabra o actos rebotan contra "tu muro ").
Establece límites cuando creas necesarios y comunícalo. Muchas personas no se dan cuenta de la influencia de ciertas palabras en la otra persona. Así ayudarás a ser más perceptivos y tu te sentirás más conectad@ con lo que realmente quieres.
Tu eres tu prioridad. No es cuestión de ser egoísta, es cuestión de cuidarte, valorarte, respetarte y aceptarte. Cuando tu te valoras y aprecias cambia la percepción del resto hacia ti y comienzan a comportarse de otra manera más sana. Tal vez te encuentres con gente que no entienda tu postura, pero lo realmente importante aquí eres tu. Tener una relación de cariño, apreciación y respeto contigo mism@.
Por todo esto es fundamental "bien cuidar" la autoestima. Mantener unos pensamientos y emociones positivas que nos conecten con lo que resuene en nuestro interior. Sólo así mantendremos un estado de fortaleza interna que nos ayude a afrontar todo lo que vaya aconteciendo en nuestra vida.
KAERU Terapias.
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