La meditación lleva ya unos cuantos años en occidente pero la idea general de "meditar" va asociada en muchos casos a pesadez, pereza, falta de conocimiento o de tiempo. Sin embargo el el último tiempo una nueva ráfaga ha aterrizado entre nosotros y cada vez está ganando más adeptos. Hablamos del Mindfulness.
El Mindfulness es una técnica que se utiliza en la meditación y que se basa en la atención plena y la compasión con uno mismo. Estos dos puntos son esenciales en la vida diaria y que si los asimilamos en nuestro interior sentiremos el profundo bienestar que genera tanto en nosotros mismos como en nuestra vida.
Pero con la velocidad de vida que llevamos y la mochila cargada de miedos, preocupaciones y dudas, nos puede resultar complicado de encontrar un momento de silencio para nosotros que nos de serenidad, paz y fortaleza.
Y aquí es dónde entra la práctica del Mindfulness.
Pero, ¿Cómo lo hago si no tengo tiempo?
Primero es importante que pongas la intención verdadera de intentar realizar la práctica diariamente, propóntelo como un reto ( prueba una semana). No te lo pongas como
" un tengo que" sino como "es mi regalo par mí hoy".
Segundo, intenta practicar en un mismo sitio ( tranquilo y sin distracciones) y a la misma hora si es posible ( preferiblemente por las mañanas ya que la mente está más abierta)
Tercero, cierra los ojos y pon toda tu atención en tú respiración: como es, que ritmo tiene, cómo te hace sentir...)
Y cuarto, déjate llevar por el momento de estar en ti y en el momento presente,
" el aquí y el ahora".
Al principio suele costar, nos empieza a doler partes del cuerpo, o nos sentimos inquietos o ridículos o no dejan de venirnos ideas sobre lo que tenemos que hacer en el día...
Es totalmente normal, es parte del proceso. Con la práctica diaria la mente se va calmando dejando ver otras partes de tu mundo interno.
¿Porqué no te regalas 3 minutos al día?.
Es tu momento diario de conexión con tu verdadero "yo". Respira y disfruta del camino.
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