Cuando despiertas cada mañana empieza un nuevo día en el que muchas veces no sabes lo que va a suceder o cómo se va a desarrollar.
Además si tienes preocupaciones, miedos o dudas del día anterior, sueles acarrearlas y acaban aumentando el nivel de carga conforme pasan las horas. Y hay días en los que son las seis de la tarde y dices: " Ya no puedo más".
Por todo esto debes poner especial atención a tu despertar, no sólo físico, sino también mental y espiritual. Cómo despiertes condicionará el desarrollo y el fin del día.
Pero, ¿y cómo hago eso?
Siguiendo los siguientes pasos que son sencillos y fácil de adaptar.
1º La intención.
La intención a nivel profundo es el fundamento en todo cambio energético o de patrones. Es la verdadera fuerza que te va a hacer cambiar tus pensamientos, acciones y actitudes.
Enfócala no sólo al levantarte, sino en las acciones que realices en el día.
2º El despertar físico.
Realizar unos estiramientos nada más levantarte abre tu consciencia a nivel corporal y emite pensamientos de cuidado. Intenta estirar tu espalda, rotar tu cuello o girar tus muñecas...y siente cómo tu cuerpo se va despertando al nuevo día.
3º El despertar mental.
Comienza el día con pensamientos positivos( llamadas "Frases Metta"). Frases que te inspiren paz, armonía, positividad, amor hacia tu persona: " que yo esté tranquila y en paz", " que me trate con cariño", " que confíe en mí", " que fluya con mi vida". Elige las frases con las que te conectes más y repítelas varias veces a lo largo del día. Te darán toda la energía que necesitas.
4º El despertar espiritual.
Cierra los ojos y tómate unos minutos para ti. Céntrate en cómo está tu cuerpo, si sufres alguna molestia o dolor. En qué posición se encuentran tus manos, y cómo respiras. Lleva toda tú atención a la respiración y fluye en ella. Sin hacer nada más. Disfruta de unos momentos de total conexión con tu interior.
5º Visualiza.
El poder de la visualización es muy potente y quién lo practique sabe lo bien que funciona.
Antes de arrancar a hacer cosas, para un momento. Cierra los ojos y visualiza lo que hay que hacer en principio y lo que viene después. Es como ver una película de tú día pero en positivo. Confía en la buena resolución de los objetivos y en la ley del universo( y verás como todo fluye después).
6º Regálate momentos de auto cuidado. Estos momentos dependen del instante en el que te encuentres. Puede ser tomarte un café en tu tienda favorita, llamar a una amiga para charlar un rato o un paseo por el parque un día de sol. Todos son momentos que alimentan el alma, que te dan energía y con los que te demuestras a ti misma que te quieres y que eres importante.
Todos estos pasos los puedes realizar en cualquier momento del día y repetirlos siempre que necesites. Puedes también combinarlos a tus necesidades en un momento preciso.
Pero lo más importante de todo es que escuches lo que tú alma te quiere contar, lo que necesita en cada momento, lo que necesita para seguir con alegría, para vivir en la abundancia.
La práctica diaria en diferentes momentos en el día y tu escucha interna van a aumentar enormemente tus niveles de energía para que puedas acabar el día de una manera más calmada y asentada, sin sentirte cansado o desanimado.
En lo externo, lo que no tienes control, no podrás cambiarlo ni manipularlo pero está en tu mano cómo lo recoges y el enfoque que le das. Recuerda que sólo TÚ tienes el poder de empezar y acabar; empezar bien y acabar mejor.
Y cuando practiques estos pasos comenzarás poco a poco a ver de otra manera, a actuar diferente, a sentir más y mejor.
Porque el lugar de dónde arranca el día eres TÚ.
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Nos vemos pronto en Kaeru Terapias.
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